Marilina Ross, un rostro personal de la televisión

Jueves 12 de enero de 1967 - La Nación

Marilina Ross, un rostro personal de la televisión


La joven actriz en una actitud característica


Un rostro y una figura de niña casi permanente caracterizan la presencia de la actriz Marilina Ross, para quien el cine, la radiofonía, el teatro y, en última y fundamental instancia, la televisión son formas expresivas en las cuales vuelca constantemente un caudal inusitado de aptitudes escénicas en constante y progresiva evolución.

Todos la recuerdan como la figura central del ciclo que difunde Canal 13 con el título "La nena", serie en la cual parecerían confluir las aristas más particulares de una personalidad representativa que hurga constantemente en las fuentes culturales de la escena, en busca de una meta de perfección que se convierte siempre en algo así como un principio impulsor que todo actor o actriz lleva dentro desde el comienzo hasta el fin de su carrera. Y ese elemento dinámico, surgido de la inquietud espiritual más amplia y profunda que pueda existir en el género, está unido estrechamente con las ambiciones de esta joven estrella nacional, que desde las tablas del teatro Labardén hasta los estudios de televisión, pasando por escenarios teatrales y sets cinematográficos, consiguió plasmar una figura arquetípica en la cual están contenidos destellos peculiares plenamente definidos que día a día se afirman positivamente en el complejo panorama del arte dramático.

Pero como en el alma de todo artista anida siempre el geniecillo de las grandes empresas escénicas, la actriz de films tan recordados como "Primero yo", "El televisor", obras teatrales de la repercusión de "Lucy Crown", al lado de Luisa Vehil o en televisión "La nena", "Señoritas alumnas", "Teatro Argentino de ayer y de hoy", "La historia de San Michele" y "Yo soy porteño", aspira a materializar representativamente a los grandes autores nacionales e internacionales que dieron singular dimensión universal a los valores escénicos.

Por ahora estudia constantemente con el objeto de no interrumpir en ningún sentido su evolución cultural, elemento que considera imprescindible en la carrera de una actriz verdadera. Tal es, a grandes rasgos, la biografía de esta pequeña pero experimentada actriz que desde la niñez hasta su fecunda juventud ambuló por la escena tratando de alcanzar la hermosa cima constituida por la jerarquía en el orden artístico.


Muchas Gracias Silvina por tipear esta nota

1 comentarios:

Anónimo dijo...

pero si es una neeeeeeeeenaaa!!!