Jueves 11 de octubre de 1990 - Clarín Espectáculos
ESTE VIERNES PRESENTARÁ SU ESPECTÁCULO "LATIENDO"
MARILINA ROSS
Marilina Ross presentará mañana su espectáculo "Latiendo", en el teatro Ópera. Una enorme reflexión sobre el destino del hombre y la necesidad de la preservación de la vida aparecen como los motores de la iniciativa. La intérprete ha preparado un show con elementos de puesta teatral y, por primera vez, estará bajo las órdenes de un director, Peter Mc Farlane. Marilina cuenta cómo nació este proyecto, a consecuencia de la grabación de una pieza, "Honrar la vida", que desencadenó el nuevo disco e inminente show.
SOBRE CORAZONES, CIRCOS Y HUMANIDADES
Por: LEONARDO COIRE
Toma mate, controla el libreto de 19 páginas que aprieta un show de dos horas, la búsqueda de meses y el producto de dos días enteros sin dormir. En la mitad del enorme living de su igualmente enorme casa de Palermo Viejo, Marilina Ross se pone los anteojos y no disimula la ansiedad por el estreno inminente de Latiendo, su espectáculo más complejo y ambicioso. La paz y el silencio de “este pedazo de campo en plena ciudad” contrasta con lo que bulle en el texto, un conglomerado de efectos especiales, ruidos, espíritu y alma de circo y diástoles y sístoles que intentan reproducir la evolución –o no- del hombre desde “el comienzo de todo, la explosión inicial”, hasta la actualidad.
No quiere avanzar sobre la puesta de Latiendo. Apenas asiente darnos algún dato. Por ejemplo, el espectador, al llegar a la sala recibirá el sonido de un corazón en actividad. Avanzando algo más, precisa que un ruido impresionante habrá de anunciar que la vida ha comenzado en el planeta. Luego, completa el sucinto informe del tramo inicial: “Tras el ruido, el circo, esto es la humanidad. Irrumpen payasos, trapecistas, malabaristas. El circo tapa todo lo que está detrás”, desliza, al borde del misterio. Por fin, el circo callará y Marilina, sin texto previo, cantará Honrar la vida. “Merecer la vida no es callar y consentir tanta injusticia”, nos repite la intérprete. “Después, se acaba el juego. Digo ahora hablemos en serio. Y allí empieza realmente todo”.
El show, que compactará el disco homónimo, y la misma placa habrían tenido contornos muy distintos si el director Alejandro Doria no la hubiera llamado a principios de año. El realizador se acercó para pedirle que cantara un tema de Eladia Blázquez, Honrar la vida, pieza que ya había sido grabada por su autora y otras intérpretes, como Magdalena León.
“No quiero que la cantes –dijo entonces Doria-, sino que la digas, la interpretes.” La canción había sido elegida como leitmotiv de Atreverse. Las cosas, una vez el programa en el aire, anduvieron bien y, desde el sello grabador, no tardaron en proponerle que se incluyera en el nuevo disco. Marilina asintió, se metió en la sala de grabación, hizo una nueva versión y se encaminó a terminar un nuevo álbum.
Toma mate, controla el libreto de 19 páginas que aprieta un show de dos horas, la búsqueda de meses y el producto de dos días enteros sin dormir. En la mitad del enorme living de su igualmente enorme casa de Palermo Viejo, Marilina Ross se pone los anteojos y no disimula la ansiedad por el estreno inminente de Latiendo, su espectáculo más complejo y ambicioso. La paz y el silencio de “este pedazo de campo en plena ciudad” contrasta con lo que bulle en el texto, un conglomerado de efectos especiales, ruidos, espíritu y alma de circo y diástoles y sístoles que intentan reproducir la evolución –o no- del hombre desde “el comienzo de todo, la explosión inicial”, hasta la actualidad.
No quiere avanzar sobre la puesta de Latiendo. Apenas asiente darnos algún dato. Por ejemplo, el espectador, al llegar a la sala recibirá el sonido de un corazón en actividad. Avanzando algo más, precisa que un ruido impresionante habrá de anunciar que la vida ha comenzado en el planeta. Luego, completa el sucinto informe del tramo inicial: “Tras el ruido, el circo, esto es la humanidad. Irrumpen payasos, trapecistas, malabaristas. El circo tapa todo lo que está detrás”, desliza, al borde del misterio. Por fin, el circo callará y Marilina, sin texto previo, cantará Honrar la vida. “Merecer la vida no es callar y consentir tanta injusticia”, nos repite la intérprete. “Después, se acaba el juego. Digo ahora hablemos en serio. Y allí empieza realmente todo”.
El show, que compactará el disco homónimo, y la misma placa habrían tenido contornos muy distintos si el director Alejandro Doria no la hubiera llamado a principios de año. El realizador se acercó para pedirle que cantara un tema de Eladia Blázquez, Honrar la vida, pieza que ya había sido grabada por su autora y otras intérpretes, como Magdalena León.
“No quiero que la cantes –dijo entonces Doria-, sino que la digas, la interpretes.” La canción había sido elegida como leitmotiv de Atreverse. Las cosas, una vez el programa en el aire, anduvieron bien y, desde el sello grabador, no tardaron en proponerle que se incluyera en el nuevo disco. Marilina asintió, se metió en la sala de grabación, hizo una nueva versión y se encaminó a terminar un nuevo álbum.
¿Qué repertorio incluir, entonces? Afirma estar pasando un momento de fuerte escepticismo. Resultado: pocas obras nuevas y una apelación rápida a otros autores. “De no haber aparecido esto de Honrar la vida –reafirma-, tal vez ni hubiera grabado; por suerte el arreglo con mi sello es más que bueno; el disco se hace cuando lo siento, no cuando me lo imponen.”
¿Causas de la angustia? Muchas. Desde lo del golfo Pérsico (“el ser humano está a horas del abismo de una guerra, que puede ser mundial y el fin) hasta la degradación del hábitat. “Estamos matando la gran casa, la Tierra: recordaba estos días lo que un cacique indio dijo: El planeta no pertenece al hombre. Es al revés.” Lo que no encontró en ella sí lo hizo en David Shire y David Pomeranz (de ellos grabó En nuestras manos), Claudio Baglioni y Antonio Coggio (Con todo el amor que puedo) y Silvio Rodríguez (Hay quien precisa). El panorama se completa con un texto propio (el único), escrito y estrenado en 1989: A capella. “Resultó un disco “maxi” intenso, corto y sumamente preciso.”
Volvemos al show. La protagonista indica que Ángel Mahler será su director musical, que de sus viejos temas aparecerán los que “tienen más que ver con los nuevos”, como Escaleras mecánicas, y que hay alguien que la liberará de presiones y responsabilidades. Es el director del espectáculo, Peter Mc Farlane, el que “se ocupará de la puesta, yo ya no puedo llegar al día del estreno –como ocurrió hasta el año pasado- destruida por problemas escenográficos o por el conflicto de tal o cual. Además necesito que alguien me dirija, me contenga, me corrija”.
Mc Farlane es un argentino, radicado hace años en los Estados Unidos y autor de la puesta de, según Ross, decenas de comedias musicales. “Lo conocí a través de una productora española, amiga común. El sistema de trabajo cerró enseguida: yo tiro mis delirios y él modera, induce.” Cuenta Marilina que Latiendo tendrá un coro de veinte niños, diez actores, varias parejas de bailarinas. “Esto necesitaría diez veces más ensayos y diez veces más dinero –enfatiza-, es el típico show demente-argentino, un esfuerzo impresionante para… dos o tres noches, nada más. Tengo que reconocer que los gustos –como éste- me los doy en vida. Pero así me cuestan.”
¿La cantante le sigue ganando por nocaut a la actriz? “Por puntos”, replica. “Latiendo tiene un enorme espacio para que desarrolle personajes”. Sabiendo que Doria, cuando la invitó a cantar también le ofrecía un papel, le preguntamos si no estuvo tentada a decir “sí”. “Casi me incorporo, pero después pensé que buenas actrices hay muchas, pero intérpretes que armen estos líos, pocas o ninguna.”
Marilina se tiene que ir. Antes de ponerse la campera culmina: “Solía decirse que una canción podía salvar el mundo. No lo creo. No soy tan omnipotente. El nuestro es un modesto trabajo de hormiga. Quien lo niegue no sabe observar la realidad”.
Volvemos al show. La protagonista indica que Ángel Mahler será su director musical, que de sus viejos temas aparecerán los que “tienen más que ver con los nuevos”, como Escaleras mecánicas, y que hay alguien que la liberará de presiones y responsabilidades. Es el director del espectáculo, Peter Mc Farlane, el que “se ocupará de la puesta, yo ya no puedo llegar al día del estreno –como ocurrió hasta el año pasado- destruida por problemas escenográficos o por el conflicto de tal o cual. Además necesito que alguien me dirija, me contenga, me corrija”.
Mc Farlane es un argentino, radicado hace años en los Estados Unidos y autor de la puesta de, según Ross, decenas de comedias musicales. “Lo conocí a través de una productora española, amiga común. El sistema de trabajo cerró enseguida: yo tiro mis delirios y él modera, induce.” Cuenta Marilina que Latiendo tendrá un coro de veinte niños, diez actores, varias parejas de bailarinas. “Esto necesitaría diez veces más ensayos y diez veces más dinero –enfatiza-, es el típico show demente-argentino, un esfuerzo impresionante para… dos o tres noches, nada más. Tengo que reconocer que los gustos –como éste- me los doy en vida. Pero así me cuestan.”
¿La cantante le sigue ganando por nocaut a la actriz? “Por puntos”, replica. “Latiendo tiene un enorme espacio para que desarrolle personajes”. Sabiendo que Doria, cuando la invitó a cantar también le ofrecía un papel, le preguntamos si no estuvo tentada a decir “sí”. “Casi me incorporo, pero después pensé que buenas actrices hay muchas, pero intérpretes que armen estos líos, pocas o ninguna.”
Marilina se tiene que ir. Antes de ponerse la campera culmina: “Solía decirse que una canción podía salvar el mundo. No lo creo. No soy tan omnipotente. El nuestro es un modesto trabajo de hormiga. Quien lo niegue no sabe observar la realidad”.
Fernando de Rosario y Gaby compartieron esta nota. Muchas Gracias!!
1 comentarios:
Ese espectáculo de María fue impresionante , y las tres funciones fueron a sala llena , a full como se dice ahora . Empezó con un gran circo , luego nos sumergimos en la realidad que en ese momento era muy densa ( año 1990 recuerden , indultos , hiperinflación , etc ) . Pero de esa realidad pudimos emerger airosos y gloriosos y terminó siendo una gran fiesta . Recuerdo que como invitada estuvo Eladia , y hubo tambien una gran escenografía . María , como siempre , dejó el resto , en la presentación de Latiendo .
Lo recordaré hasta mi partida .
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