14 de junio de 1973 – Revista Panorama N° 320
LAS ARTES
Agrupación Podestá: El teatro y la política
LAS ARTES
Agrupación Podestá: El teatro y la política
Un reencuentro con los orígenes del teatro, una fiesta que parece nunca acabar
Por: MARCELO PICHÓN RIVIERE
El 17 de noviembre de 1972, con el retorno a la Argentina del general Perón, se abrió un abanico de posibilidades políticas que culminarían con la institucionalización del país. Entre los grupos de personas que intentaron romper el círculo militar que impidió un contacto directo de Perón, en Ezeiza, con los peronistas, había un grupo de 40 actores que con esa primera acción combativa reafirmaron la necesidad de agruparse en forma más organizada, con una continuidad que les permitiera insertarse en el proceso político.
Así se fundó la Agrupación Actoral José Podestá. Ahora son 130 sus miembros y en pocos meses han realizado dos espectáculos. Uno antes del triunfo en las urnas del Frente Justicialista de Liberación y cuyo propósito fue, justamente, dar un aporte espontáneo a la campaña electoral (Se viene el aluvión, sin segunda vuelta); el segundo, Fiesta de la Victoria, presentado luego del 11 de marzo, tenía un carácter de festejo, pero también reseñaba las diversas formas con que Perón deshizo las instancias del Gran Acuerdo Nacional.
Estos espectáculos -con canciones, audiovisuales, sketches- se dieron en unidades básicas, villas miseria, clubs de barrio, en las calles, en el campo, al aire libre; es decir, en cualquier parte menos en un teatro. Las funciones se realizaban a través de la Juventud Peronista: adonde los llamaban, iban. Cada vez congregaban alrededor de 2 mil personas, que de ningún modo pueden ser denominadas como espectadores; continua, imprevistamente, intervenían. Una simple fotografía o una canción revertían los lugares: el espectáculo -para darle un nombre- pasaba al otro lado. Las personas congregadas cantaban consignas o improvisaban un discurso. La agrupación, en cada lugar, sólo pedía un bombo peronista y algo parecido al espacio escénico. Nunca se cobró entrada. No por una actitud paternalista o caritativa, sino, simplemente, porque los del Podestá consideran sus propuestas como un mitin político con características festivas. Ellos ofrecían algo con la plena conciencia de que también recibirían; su reciente militancia era enriquecida, cada noche, con la larga y dura experiencia de años de represión y de anónima resistencia.
Así se fundó la Agrupación Actoral José Podestá. Ahora son 130 sus miembros y en pocos meses han realizado dos espectáculos. Uno antes del triunfo en las urnas del Frente Justicialista de Liberación y cuyo propósito fue, justamente, dar un aporte espontáneo a la campaña electoral (Se viene el aluvión, sin segunda vuelta); el segundo, Fiesta de la Victoria, presentado luego del 11 de marzo, tenía un carácter de festejo, pero también reseñaba las diversas formas con que Perón deshizo las instancias del Gran Acuerdo Nacional.
Estos espectáculos -con canciones, audiovisuales, sketches- se dieron en unidades básicas, villas miseria, clubs de barrio, en las calles, en el campo, al aire libre; es decir, en cualquier parte menos en un teatro. Las funciones se realizaban a través de la Juventud Peronista: adonde los llamaban, iban. Cada vez congregaban alrededor de 2 mil personas, que de ningún modo pueden ser denominadas como espectadores; continua, imprevistamente, intervenían. Una simple fotografía o una canción revertían los lugares: el espectáculo -para darle un nombre- pasaba al otro lado. Las personas congregadas cantaban consignas o improvisaban un discurso. La agrupación, en cada lugar, sólo pedía un bombo peronista y algo parecido al espacio escénico. Nunca se cobró entrada. No por una actitud paternalista o caritativa, sino, simplemente, porque los del Podestá consideran sus propuestas como un mitin político con características festivas. Ellos ofrecían algo con la plena conciencia de que también recibirían; su reciente militancia era enriquecida, cada noche, con la larga y dura experiencia de años de represión y de anónima resistencia.
Gené personificando a Lanusse
Ambos espectáculos fueron creados en forma colectiva, a través de diversos grupos de trabajo que surgían espontáneamente, de acuerdo al interés específico de cada una de las personas de la Agrupación que participaron en cada presentación (alrededor de 30), y coordinado y dirigido por Juan Carlos Gené. Un grupo, por ejemplo, se reunía para crear una canción simple, precisa, que sintetizara una situación. Lo mismo otro grupo con un sketch o con la parte audiovisual. Finalmente, ya concebido el show, en ambos casos muchas de sus partes fueron modificadas con el contacto con la gente a que iba dirigido.
Luego de esta experiencia enriquecedora, que tuvo una notable eficacia política, la Agrupación Actoral tuvo la necesidad de ampliar su campo de acción, dada la cantidad de gente que se ha acercado a la entidad para colaborar en diversas tareas culturales, entendiendo a la cultura como la lucha de un pueblo por su liberación, en todas las formas posibles. El 23 de mayo pasado, con la significativa presencia de Héctor J. Cámpora, a sólo dos días de asumir la presidencia, se inauguró formalmente el Centro de Cultura Nacional José Podestá, en un acto en el teatro Lasalle. Allí se distribuyó una proclama que culmina con estas palabras: "El Centro de Cultura Nacional José Podestá ofrece ese marco concreto de acción política a los creadores, a los trabajadores de la cultura del MNP; es nuestra herramienta política al servicio del Movimiento. Ningún individuo aislado puede realizarse en una sociedad que no se realiza. Sólo la acción totalizadora, producto de la práctica política de todos los sectores del Movimiento y su lucha revolucionaria, hará posible la toma del poder y la liberación de la Patria.
Los trabajadores peronistas de la cultura tienen un lugar en esa lucha. Nuestra voluntad de ser protagonistas del proceso de reconstrucción nacional nos afirma en nuestro trabajo de organización y de práctica revolucionaria, único camino posible hacia una patria más justa, libre y soberana: la patria del socialismo nacional que Perón nos señala como meta".
Luego de esta experiencia enriquecedora, que tuvo una notable eficacia política, la Agrupación Actoral tuvo la necesidad de ampliar su campo de acción, dada la cantidad de gente que se ha acercado a la entidad para colaborar en diversas tareas culturales, entendiendo a la cultura como la lucha de un pueblo por su liberación, en todas las formas posibles. El 23 de mayo pasado, con la significativa presencia de Héctor J. Cámpora, a sólo dos días de asumir la presidencia, se inauguró formalmente el Centro de Cultura Nacional José Podestá, en un acto en el teatro Lasalle. Allí se distribuyó una proclama que culmina con estas palabras: "El Centro de Cultura Nacional José Podestá ofrece ese marco concreto de acción política a los creadores, a los trabajadores de la cultura del MNP; es nuestra herramienta política al servicio del Movimiento. Ningún individuo aislado puede realizarse en una sociedad que no se realiza. Sólo la acción totalizadora, producto de la práctica política de todos los sectores del Movimiento y su lucha revolucionaria, hará posible la toma del poder y la liberación de la Patria.
Los trabajadores peronistas de la cultura tienen un lugar en esa lucha. Nuestra voluntad de ser protagonistas del proceso de reconstrucción nacional nos afirma en nuestro trabajo de organización y de práctica revolucionaria, único camino posible hacia una patria más justa, libre y soberana: la patria del socialismo nacional que Perón nos señala como meta".
Una forma de concebir el teatro donde la ideología es una forma de comunión
EL PODER DE CONVOCATORIA. Marilina Ross, Leonor Benedetto y Manuel Rosón, miembros de la Agrupación Actoral, dialogaron con Panorama. Podrían haber sido ellos u otros, porque el carácter de unidad de la Agrupación los convierte en portavoces de un conjunto, más allá de los matices que aportan sus individualidades, sus experiencias previas. "La Agrupación -señala Marilina Ross- surgió de la necesidad de un grupo de actores peronistas de organizarnos y de insertarnos concretamente en el proceso electoral; de dar un aporte a la campaña. El "público" al que nos dirigimos es, para nosotros, el protagonista de la historia; como peronistas, nos une la militancia. Y en nuestro trabajo también hay una desmitificación del actor; llegamos con el equipo, nosotros mismos armamos las cosas: no existe "la salida" del actor. Y si te piden un autógrafo, es para que lo hagas en una bandera argentina. La forma de relación cambia totalmente al estar unidos por una ideología común".
Marilina Ross
Manuel Rosón destaca un logro que en cierto modo se dio en forma imprevista: "Con esta tarea hemos podido reencontrar los orígenes del teatro: el teatro concebido como una fiesta. El juego y la diversión se dieron en los dos espectáculos. Y nosotros, como actores, dejamos de sentir cosas habituales en la profesión: el stress, el nerviosismo, por toda esa maquinaria, en la que inevitablemente entran la competencia y la inquietud ante lo que van a decir de vos. Cada noche, y algunas en especial, nos encontramos en medio de una fiesta, de algo casi circense. Una vez, por ejemplo, en medio del espectáculo apareció una murga y un hombre que tragaba fuego".
Para tratar de dar una imagen a quienes no vieron a ninguna representación, Marilina Ross acota: "Quizá a lo que más se aproxima sea a una reunión peronista cualquiera; con ese clima festivo y combativo al mismo tiempo". En algunas funciones se sintieron, desde el punto de vista teatral, en otra época: en pleno campo, en un tinglado casi inexistente, actuaron entre perros, niños, gente que iba y venía. Esa noche, un chico de tres años se le acercó a Gené y le preguntó, muy serio: "¿Y yo puedo votar?". La reacción de la gente fue siempre opuesta a la que frecuenta el teatro profesional: la espontaneidad, la alegría, suplantaban a la mirada crítica, no participante. "Más que de un espectáculo, se trataría de una Feria, en el sentido de que existe un continuo movimiento".
Leonor Benedetto
"La mayoría de las agrupaciones culturales sucumbieron o sucumben por falta de acciones concretas. En este sentido tuvimos mucha suerte", señala Marilina. "Se dieron una serie de convergencias -acota Leonor Benedetto-. Reencontramos el sentido del teatro -la fiesta, el sentido lúdicro- y una ideología que fue el motor que nos hizo andar. Nuestro aporte es fundamentalmente político. Después de las funciones, gente de la Juventud habla con la gente y quedan muy satisfechos con los resultados. Para nosotros, al servicio del Movimiento, es fundamental nuestro poder de convocatoria. Lo que nosotros hacemos, evidentemente, puede de repente atraer más gente que un mitin político". Por ejemplo, a Marilina Ross, el hecho de haber hecho el personaje de "La Nena" por televisión, le permite encauzar la popularidad que le confirió ese programa hacia algo que realmente considera fundamental.
Entre el primer y el segundo espectáculo existió una diferencia importante. "El primero, que comenzamos en febrero de este año, le ayudaba a la gente a gritar, aglutinaba más sus necesidades de expresarse. Ahora, lo que me parece muy bien, tienen otros canales. Pueden, por ejemplo, ir a Plaza de Mayo, gritar y no ser reprimidos". "Lo que no implica -observa Rosón- que en el segundo haya disminuido la participación. Simplemente, hay como un mayor equilibrio entre ambas partes, entre la actuación y la participación".
Entre el primer y el segundo espectáculo existió una diferencia importante. "El primero, que comenzamos en febrero de este año, le ayudaba a la gente a gritar, aglutinaba más sus necesidades de expresarse. Ahora, lo que me parece muy bien, tienen otros canales. Pueden, por ejemplo, ir a Plaza de Mayo, gritar y no ser reprimidos". "Lo que no implica -observa Rosón- que en el segundo haya disminuido la participación. Simplemente, hay como un mayor equilibrio entre ambas partes, entre la actuación y la participación".
Manuel Rosón
Actualmente, la planificación del Centro de Cultura Nacional José Podestá se impone como premisa mayor la creación de diversos espectáculos simultáneos, no de uno solo. Y en lo que no se refiere específicamente a lo actoral, la gente que se va integrando debe llevar un proyecto, para evitar a toda costa la falta de acciones concretas. De este modo, el Centro estará en continua movilización. Hasta ahora, el Centro no está subvencionado, lo que no significa que se niegue a estarlo, en la medida que pueda permanecer independiente. Desde ya, y a título individual, Manuel Rosón, Marilina Ross y Leonor Benedetto han comulgado con este reencuentro con los orígenes del teatro y quisieran dedicarle todo su tiempo.
Muchas Gracias Fernando de Rosario por aportar esta nota y Silvina por tipearla!!
Muchas Gracias Fernando de Rosario por aportar esta nota y Silvina por tipearla!!
2 comentarios:
AH! cierto que Christian me había dicho que éste grupo se llamaba Pablo Podestá, con éste grupo creo recordar que fue la primera vez que vi a María en persona, sobre el escenario del cine, del viejo Club Social y deportivo Tristán Suárez, yo era una estudiante que iba al colegio aún, y si la memoria no me juega una mala pasada, porque lo recuerdo vívida e intensamente, pero el recuerdo es "más que un sueño", María y Piero cantaron, y María lo hizo acompañándose con guitarra... puede ser María?
LINA.-
Si, la única que tocaba guitarra era yo...y acompañaba a otros, qué tiempos aquellos!
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