Sábado 22 de abril de 1995 – Clarín Espectáculos, Artes & Estilos
MARILINA CANTA EL TANGO
Pasados los 50 años, Marilina Ross piensa en volver al cine, se hizo un lifting y se anima a abordar el género musical que más la emociona, simplemente para darse un gusto.
MARILINA CANTA EL TANGO
Pasados los 50 años, Marilina Ross piensa en volver al cine, se hizo un lifting y se anima a abordar el género musical que más la emociona, simplemente para darse un gusto.
No será la primera vez que Marilina Ross se le atreva al tango: el público, dice, siempre le pide "Balada para un loco".
Por: PATRICIA VELTRI
“Voy a hacer una travesura” se ataja Marilina Ross antes de hablar del recital de tangos que prepara para esta noche. Si bien no será la primera vez que su público la vea interpretar este género, la novedad es que no incluirá ninguno de los temas de su repertorio. “La idea surgió porque no me gusta encasillarme: cuando era actriz, me largué a cantar; cuando cantaba temas de otros me puse a componer. Me siento incómoda con los límites”, cuenta en un restaurante de Palermo Viejo, vecino a su casa, mientras alterna un sorbo de agua mineral con una pitada a su cigarrillo rubio.
Jura que sus reuniones con amigos siempre terminan con ella entonando un tango acompañada por la guitarra porque “me produce emoción. Es con lo que más me encuentro. Y eso se me debe notar porque en los recitales la gente me pide que cante alguno, sobre todo Balada para un loco”.
A poco de cumplirse 20 años del estreno de La Raulito, la película que la consagró como actriz, Marilina estudia un proyecto de Alejandro Doria para volver al cine con un protagónico. “Todavía no quiero contar nada. Pero confieso que la cuestión me inquieta un poco. Mi último trabajo como actriz en la Argentina fue en el ’75 (después lo hizo en España donde estuvo exiliada). Espero que esto sea como con la bicicleta: una vez que uno aprende, no se olvida más.”
Cruzada la barrera de los 50, quien fue rotulada como La nena incluso mucho tiempo después de haber terminado ese éxito televisivo de los 60, se miró al espejo un día el año pasado y decidió hacerse un lifting. Pero aclara: “No tengo ninguna historia con el paso del tiempo sobre mi cuerpo. Me saqué la papada porque me molestaba pero las arrugas alrededor de los ojos las sigo teniendo. En relación a la vejez sí le tengo miedo a estar mal de la cabeza y a las enfermedades que te hacen depender de los demás”.
Acerca de la experiencia tanguera que hará en la Casona del Conde de Palermo, Marilina no da títulos porque dice que no tiene nada programado: “Voy a hacer tangos contemporáneos acompañada por José Colángelo. Insisto, es una travesura. Me voy a dar el gusto y después veo. Por ahí lo sigo haciendo o por ahí, nunca más”.
Desde el rinconcito hacia el mundo, esta nota la compartió Christian. Muchas Gracias Chris!!
“Voy a hacer una travesura” se ataja Marilina Ross antes de hablar del recital de tangos que prepara para esta noche. Si bien no será la primera vez que su público la vea interpretar este género, la novedad es que no incluirá ninguno de los temas de su repertorio. “La idea surgió porque no me gusta encasillarme: cuando era actriz, me largué a cantar; cuando cantaba temas de otros me puse a componer. Me siento incómoda con los límites”, cuenta en un restaurante de Palermo Viejo, vecino a su casa, mientras alterna un sorbo de agua mineral con una pitada a su cigarrillo rubio.
Jura que sus reuniones con amigos siempre terminan con ella entonando un tango acompañada por la guitarra porque “me produce emoción. Es con lo que más me encuentro. Y eso se me debe notar porque en los recitales la gente me pide que cante alguno, sobre todo Balada para un loco”.
A poco de cumplirse 20 años del estreno de La Raulito, la película que la consagró como actriz, Marilina estudia un proyecto de Alejandro Doria para volver al cine con un protagónico. “Todavía no quiero contar nada. Pero confieso que la cuestión me inquieta un poco. Mi último trabajo como actriz en la Argentina fue en el ’75 (después lo hizo en España donde estuvo exiliada). Espero que esto sea como con la bicicleta: una vez que uno aprende, no se olvida más.”
Cruzada la barrera de los 50, quien fue rotulada como La nena incluso mucho tiempo después de haber terminado ese éxito televisivo de los 60, se miró al espejo un día el año pasado y decidió hacerse un lifting. Pero aclara: “No tengo ninguna historia con el paso del tiempo sobre mi cuerpo. Me saqué la papada porque me molestaba pero las arrugas alrededor de los ojos las sigo teniendo. En relación a la vejez sí le tengo miedo a estar mal de la cabeza y a las enfermedades que te hacen depender de los demás”.
Acerca de la experiencia tanguera que hará en la Casona del Conde de Palermo, Marilina no da títulos porque dice que no tiene nada programado: “Voy a hacer tangos contemporáneos acompañada por José Colángelo. Insisto, es una travesura. Me voy a dar el gusto y después veo. Por ahí lo sigo haciendo o por ahí, nunca más”.
Desde el rinconcito hacia el mundo, esta nota la compartió Christian. Muchas Gracias Chris!!
2 comentarios:
!¡y que lindo que los interpreta...!¡ por ahi anda un audio de tangos cantados por Maria...una travesura inolvidable para quienes pudieron verla en vivo (no fue mi caso).
"Por mas travesuras" brindo con una copa de HUMO, todo lo que tomo en esta noche de encuentro.
*es la venganza del mosquito a la generacion del Espiral
CofCuac...CofCuac... cof cof...
Abrazos...
A mí, de todo lo que tengo de María, los tanguitos son una de las cosas que más más me gusta...
Che, bandoneón o Yuyo verde no tienen precio!
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